Manías

He decidido tener la manía de actualizar esto más a menudo, eso primero.

Si, porque las manías se deciden. Como todo en la vida. Aunque algunas manías son automáticas, es decir, son más decisión nuestra que cualquier otra decisión. Casi son una obligación orgánica. Por eso les tenemos 'manía', no las podemos evitar, pero eso no quiere decir que no sean decisión nuestra, porque de hecho, son las decisiones más puras y sinceras que podamos tomar.
Porque lo que hacemos determina lo que somos. Y lo que hacemos de manera irremediable más aun.

No sé si me explicado.

Pero bueno. Pasemos a la parte interesante, esto va de manías ¿no?
Están las típicas como dormir con la puerta cerrada, mordernos las uñas, ser adictos al chocolate, no poder vivir sin un iPod, que en nuestras vidas no exista el reloj... y luego están las otras. Esas otras como cagarse en todo (incluso en lo que pueda importarnos), pensar en la chorrada más grande veintiseis horas al día (aunque el día tenga veinticuatro), acercarnos siempre a la persona que menos conviene (aun sabiendo el riesgo que corremos) y alejarnos de la correcta.

Creo que ahora me he explicado.

Y es que señor@s la RAE debería equiparar la palabra 'manía' a la expresión 'carpe diem'. Es el 'vive el momento' de nuestra persona. Lo que conlleva altas dosis de remordimientos en un mundo que reprime todo aquello que pueda semejarse al deleite, el desparrame o el estoicismo. O al ser uno mismo. ¿A dónde quiero llegar? Odiar tus manías es lo mismo que odiar ser como eres en tu estado más puro. Es una tortura, una sin-razón. Así que llora un rato (que no pasa nada), respira hondo y deja fluir tus manías. Es el único modo de conocerte a ti mismo, lo contrario, solo nos hace perdernos un poco más.

Esta reflexión me lleva a entender plenamente una frase de Dolly Parton, que escuché por primera vez en una de mis películas favoritas: 'Descubre quién eres, y hazlo a propósito'.

Comentarios

  1. Esa manía de actualizar ésto más a menudo está muy bien, me gusta. Y tienes razón, yo tengo la manía de morderme las uñas, entre otras muchas otras, y me encanta, porque forma parte de mí. Por eso cuando me las intento dejar me siento tan raro...

    De todas formas es un hábito no demasiado saludable que tendré que mirarme algún día.

    Sigue escribiendo, por favor, y me alegré mucho de verte en fallas.

    Un Beso.

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  2. Creo que cuando eso deje de ser una manía, cuando no te obsesione, cuando ya no forme parte de ti mismo es cuando podrás dejar de hacerlo. ¿Hemos llegado a la conclusión de que puedes decidir, no? :)

    Lo mismo digo, yo también leo tu blog, así que te animo a que continues con él.

    Un beso!

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