Nadie a quien llamar
Escenografía 0 - Rodeada de hojas: patético escenario para una patética perdedora.
Me mimetizo en mi personaje: me pega a la perfección.
Pienso que la vida es una broma, pienso que haber nacido una locura,
pienso que me estás tomando el pelo. Y esto. Esto no es una broma.
Nadie a quien llamar: me pinta enchufarme un cigarrillo y escaparme a un bar.
Ese es mi teatro favorito; el público, el más agradecido.
Me pego un paseíllo y ovación de todo el palco.
Que se note la afición, que se noté el sordo aplauso.
Maquillaje 1 - rímel corrido. Representa, a la perfección, todo el trabajo perdido.
Arruinado en un segundo, se resbala en la mejilla.
Cae la gota y mancha el babero y la faldita. Vuelvo a aquel patio, donde llovió la primera vez.
Ensayo número 100 - ya casi salimos al aire.
La sala, desempolvada, busca un público que la anime.
Un monólogo basta, o un buen sólo de piano. Porque de tanto practicar, ya lo dices sin pensarlo.
Y si nadie compra una entrada, dame un espejo y te lo hago.
Que testigos más raros se han visto.
Derrota en la moqueta,
Estoy un poco ida.
La canción que suena dice:
Mañana, será otro día.
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